El rolado de tubos es un proceso mediante el cual se logra un conformado en frío con radios de curvatura amplios que en teoría van desde las 5 veces el diámetro del tubo hasta el infinito. Para llevar a cabo este proceso se utilizan máquinas denominadas roladoras o calandrias.
El tubo de acero se hace pasar, una o varias veces (según la dificultad del curvado), por un grupo de tres rodillos que crea un doblez con el radio de curvatura requerido.