Los guantes de protección se utilizan para proteger las manos de los operarios en procesos altamente riesgosos como los de soldadura o en la manipulación de materiales cortantes, como los filos de láminas o cualquier otro en que las manos estén expuestas a un riesgo de daño. Normalmente se fabrican en carnaza o cuero, aunque existen guantes fabricados en algún material textil con una protección adicional en las palmas de las manos. Para la manipulación de materiales a muy altas temperaturas, como en los procesos de fundición, se utilizan guantes de asbesto, e incluso con protección metalizada.